sábado, 4 de diciembre de 2010

El Naif pragmático

No sé si por alineación de los astros o por la búsqueda de una utópica comprensión entre sexos por parte de numeros@s Blogger@s, en los últimos meses he leído muchas cosas sobre el amor. Desde muchos puntos de vista. No es que lo buscase, es que simplemente muchas personas hablan de amor y desamor (más de lo segundo) y yo lo leo.
Todos sabemos lo que es el amor, así que no voy a ponerme a definir ni a analizar la palabra ni su significado metafísico, esotérico, fisiológico o literario. El amor, a parte de todas sus maravillosas excelencias, hace que veamos, oigamos, pensemos y sintamos algunas cosas que realmente no son.
¿Pero es eso cierto? ¿Es realmente estar enamorado el causante de que nuestra percepción esté alterada? ¿No será que lo que sucede en realidad es que nuestr@ amad@ no nos deja ver todo hasta que llega la relajación o la ruptura, o nunca? Yo creo que un poco de todos. Una amiga muy amada me decía que en asuntos de pareja nunca llegas a conocer realmente al otro y en aquel momento no estaba totalmente de acuerdo. Imagino que era por el concepto que tengo de mí mismo. Pero ahora ya no estoy tan seguro y creo que me acerco más a su opinión.
Por otra parte, todos somos humanos y el amor aparece y desaparece a su antojo. Eso es un hecho. En ocasiones desaparece en una de las partes antes de lo que la otra desearía. En otras ocasiones no desaparece en una de las partes cuando la otra parte y la razón dicen que ya debería de haber desaparecido. “Yo ya no estoy enamorad@” o “debo olvidarl@ pero no puedo dejar de pensar en él/ella".
El caso es que estoy seguro de que todos hemos estado en ambas partes de la ecuación de una ruptura. En el “yo no amo pero él/ella sí”, y en el “yo amo pero el/ella no”, independientemente de si la pareja aún está en marcha como si llevan tiempo separados. Y much@s (que no tod@s) encuentran dificultades en recordar lo que se siente o se piensa en el lado contrario cuando llega la ruptura y solo piensan en sus propios sentimientos. Y ahí reside el problema del desamor en general. En que en la mayoría de los casos, la capacidad de empatizar, aunque parezca una contradicción, es tan incompatible con el amor como lo es la racionalidad y la lógica. No hablo del que ama ni del que no, sino de ambos.
Lo que está claro es que cuando los dolores del desamor llegan y/o permanecen, no debemos culpar al otro por ser crudo, o cobarde, o incomprensible, o contradictorio, sino comprender que no todos somos iguales y que, en principio, nadie hace nada con mala intención, sino que lo hace lo mejor que puede para sobrevivir en una situación tan intensa como es el amor o el desamor y deseando el mal menor al otro, y que nosotros en su lugar podríamos actuar igual o de un modo distinto, pero resultaría tan incomprensible para el otro como lo es su actuación para nosotros.
En cualquier caso, este pensamiento no es más que un pequeño pellizco de todo lo que se puede decir sobre el desamor, sus motivos y sus consecuencias. Durante siglos y siglos l@s más sabi@s han intentado comprender las complejidades del amor y el desamor, y diríase que muchos lo han conseguido pues son leídos y escuchados, pero si eso es así, hoy en día, nosotros aún parecemos incapaces de evitar meternos de cabeza en líos tremendos y pasarlo mal a pesar de la lecciones. Posiblemente si siguiese extendiéndome y desgranando situaciones y sentimientos por páginas y páginas, llegaría a contradecirme en más de una ocasión, si no lo he hecho ya. Muy posiblemente. Es lo que tiene ser un naif prágmático.
Posiblemente porque el amor, en muchas ocasiones, es una contradicción.
Bendita cuando el amor va bien.
Maldita cuando el amor no va.


6 comentarios:

  1. si durante siglos de historia nadie ha sido capaz de desentramar los entresijos del amor, creo que menos le toca a nuestra epoca.
    Dicen que tres cosas hay en la vida, pero si alguien tuviera que establecer un orden de prioridades, probablemente todo el mundo pondría en primer lugar el amor.
    En lo que no estoy de acuerdo contigo es que el otro siempre trata de hacer las cosas causando el menor daño posible, no todo el mundo es capaz de ponerse en el lugar del otro.
    500 día juntos, yo misma vivi eso, incluido el paseo por Ikea, sólo que yo hacía el papel del chico de la película.
    En fin, no voy a resolver nada, así que me paso también al lado del pragmátismo.

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  2. Ya Rebeca, tienes razón. Por eso, si te fijas, he matizado esa afirmación con un sutíl "en principio" al inicio de la frase, siendo consciente de que hay miles de casos y situaciones y no todas pueden ajustarse a nuestra fe en la raza humana, y menos cuando hablamos de una mente aturdida por eso que llamamos amor. Qué estupidos nos hemos sentido algunos viendo "500 days of Summer" ¿verdad? pero por otro lado, también te digo que estoy dispuesto a volver a sentir lo mismo, una y otra vez. Porque si no, cerrándonos a caer enamorados ciertamente evitaremos el dolor del desamor, pero también evitaríamos lo mejor de la vida, que es el amor en si mismo. Digo yo.

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  3. Creo que me está subiendo el azucar en sangre.

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  4. MMMM.... estooooo....

    Ya tienes razón en eso de que todos habremos estado en los dos lados de la moneda pero chico, yo me quedo con el lado más conveniente, el de "me quieren pero yo no quiero". Duele también, pero menos.

    Es largo y difícil el tema del amor y a todos nos resulta interesante. Es lo que tiene nuestra condición de mamíferos pensantes y sexuales.

    En fin.

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  5. Yvon, este tema supera con creces a cualquiera de los que puedas exponernos en una de nuestras "sessions" jajajaja...

    Mi opinión es que es a la vez sencillo y complejo. Sencillo porque cuando lo hay lo notas y cuando no lo hay, también, al menos en mi caso.
    Después se encuentran los "intermedios", el "durante", los entresijos y pequeños detalles de cada relación...muchas veces decisivos. Es ésto lo que creo complicado de llegar a comprender y dominar, sino imposible. Además, es precisamente ésto, pienso yo, el no poder llegar a entenderlo del todo, lo que hace las relaciones de pareja más vivas y a la vez más puñeteras. Lo que aprendes de una relación muchas veces te ayuda para la siguiente, y por otro lado te la complica más creyendo que lo anterior era lo "correcto", lo que aprendiste y que ahora es como crees que debes actuar, aplicando lo aprendido en experiencias anteriores... No es que sea un mal proceder, pero tampoco es la panacea. Cada relación es diferente, eso lo tenemos todos claro, así que coincido contigo my friend, en que no debemos nunca cerrarnos puertas a nuevos amores.
    Eso sí, la inocencia, la injenuidad, el amor verdadero, el único amor,... conceptos que al menos yo tenía en mi época juvenil, sí creo que se pierden, dando paso a otros más "realistas"... y como bien habéis señalado, más pragmáticos.
    Este punto sí que me da cierta penilla :)

    El amor (incluyendo el desamor y no sólo en pareja, sino por cada cosa que hacemos y experimentamos)es vida, así que vivámoslo.


    pd: Y yo tenía que aplicar mi amor a un encargo... me da que lo dejo para mañana que a la tarde voy de compras con mi AMOR :D

    pd: Toma dosis azucarada Yvon:P

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